Muchas personas entienden la comunicación violenta como el acto de insultar, agredir o gritar a su interlocutor, pero no tienen en cuenta otras tantas maneras de violencia que aparecen de forma implícita cuando nos comunicamos con los demás.
Con el objeto de mejorar las relaciones interpersonales, Marshall Rosemberg desarrolló una herramienta para entendernos mejor a la que denominó Comunicación No Violenta (CNV), también llamada comunicación colaborativa o comunicación empática.
Hoy os voy a contar en qué consiste la CNV.